Tratamientos contra el cáncer de pulmón

Hay una amplia variedad de tratamientos para el cáncer de pulmón que pueden ser convencionales, experimentales o de apoyo. La combinación de estos tratamientos es lo que llamamos atención integrada.

Los tratamientos o la combinación de tratamientos recomendados para usted dependerán del tipo o subtipo específico de su cáncer, la ubicación de su(s) tumor(es), la etapa del desarrollo de cáncer, su salud general y otras condiciones médicas.

Puede trabajar con nuestros médicos, enfermeros y otros profesionales médicos del cáncer para desarrollar su plan de tratamiento personalizado.

Facilitarán su atención y responderán a sus preguntas a medida que avance en sus terapias contra el cáncer, para que pueda concentrarse en lo más importante: la curación.

Cirugía

La cirugía puede participar en el diagnóstico, estadificación y el tratamiento del cáncer, y puede aliviar el dolor u otros problemas relacionados con el cáncer. Los avances en las técnicas quirúrgicas proporcionan una mejor oportunidad para obtener resultados óptimos.

Diagnóstico
– La cirugía puede ayudar a diagnosticar el cáncer cuando un cirujano extrae un pedazo pequeño de tejido sospechoso (llamado muestra) y lo envía a un laboratorio de patología. Allí la muestra se puede examinar bajo un microscopio y se pueden realizar otras pruebas en ella. Esto se denomina biopsia.

Estadificación
– Durante la cirugía de cáncer, se examina el área alrededor del cáncer, incluidos los ganglios linfáticos y los órganos cercanos, para determinar cuánto cáncer se ha desarrollado y hasta qué punto se ha diseminado. Esta información es importante porque guía las decisiones sobre el tratamiento adicional.

Curativo – Cuando el cáncer se encuentra en un área limitada y es probable que se pueda extirpar todo, la cirugía puede ser el tratamiento principal, aunque igual se puede usar con quimioterapia o radiación.

Reducción
– Cuando la extirpación de un tumor completo provocaría demasiado daño a los órganos o tejidos cercanos, un cirujano puede extirpar la mayor cantidad posible del cáncer y luego depender de la radiación, la quimioterapia u otros tratamientos para tratar el resto del tumor.

Procedimientos paliativos
– Este tipo de cirugía puede solucionar problemas que están provocando dolor o discapacidad. Lo ayuda a sentirse mejor, pero no está diseñado para curar su cáncer.  

Radioterapia

La radioterapia está dirigida a destruir las células cancerosas. Se puede administrar desde una máquina fuera del cuerpo o desde objetos colocados dentro del cuerpo.

  • Radiación de haz externo – Una máquina dirige rayos indoloros de alta energía directamente al tumor y parte del área alrededor del tumor. A veces, la radiación pasa a través de su cuerpo; con la tecnología más reciente, la radiación se puede configurar para que se detenga en el tumor, lo que protege el tejido detrás del tumor.
  • Radioterapia interna – Se implanta quirúrgicamente un implante radiactivo que se parece a un alambre, una pastilla o semilla a un lado o incluso dentro del tumor canceroso y la radiación viaja solo una distancia muy corta.

Quimioterapia

La quimioterapia, con frecuencia conocida simplemente como quimio, es el nombre del proceso que usa medicamentos para trabajar en todo el cuerpo para destruir las células cancerosas que se pueden haber diseminado lejos del sitio original donde comenzó el cáncer. Usted puede recibirla en casa, en el consultorio de su médico, en una clínica o en el hospital.

Puede recibir tratamientos de quimioterapia diaria, semanal o mensualmente, pero generalmente se administran en ciclos de aplicación y descanso que permiten que las nuevas células sanas crezcan y que usted recupere sus fuerzas.

La quimioterapia generalmente se administra por vía intravenosa por medio de un pequeño tubo de plástico blando llamado catéter. A veces, la quimioterapia se puede administrar como una píldora o a través de otros sistemas de administración de medicamentos.

Como la quimioterapia puede debilitar su sistema inmunológico, es importante practicar una buena higiene, como lavarse las manos, asegurarse de que sus vacunas, incluidas las vacunas contra la gripe, estén actualizadas y evitar a las personas o mascotas enfermas.

Sus cuidadores deben tener mucho cuidado para evitar el contacto con sus fluidos corporales.

La quimioterapia tiene tres objetivos:

  • Cura – Esto siempre es un objetivo, no una garantía.  Se necesitan años para saber si el cáncer fue realmente destruido, desapareció y no volverá.
  • Control – La quimioterapia se utiliza para reducir el tamaño de los tumores o impedir que el cáncer crezca y se propague. Esto puede ayudarle a sentirse mejor y vivir más tiempo. Incluso si el cáncer no desaparece por completo, puede controlarse y tratarse como una enfermedad crónica.
  • Paliación – Cuando el cáncer está avanzado, se puede utilizar la quimioterapia para reducir el tamaño de un tumor que está provocando dolor o presión y aliviar los síntomas que interfieren con la vida. 

La quimioterapia dirigida apunta su poder de eliminación celular a la parte de las células cancerosas que las hace diferentes de las células corporales sanas. Se puede usar como parte del tratamiento principal o se puede usar después de terminar el tratamiento tradicional para mantener el cáncer bajo control o para evitar que regrese.

Inmunoterapia

La inmunoterapia, también llamada terapia biológica o bioterapia, utiliza el propio sistema inmunológico del cuerpo para combatir el cáncer.

Su sistema inmunológico es una colección de órganos, células especiales y sustancias que trabajan naturalmente para protegerlo de infecciones y enfermedades. También puede protegerlo del cáncer.

Los principales tipos de inmunoterapia incluyen:

  • Anticuerpos monoclonales – Estas son versiones hechas por el hombre de proteínas del sistema inmunológico que pueden ser diseñadas para atacar una parte muy específica de una célula cancerosa.
  • Inhibidores de puntos de control inmunitario – Estos medicamentos ayudan al sistema inmunológico a reconocer y atacar las células cancerosas.
  • Vacunas contra el cáncer – Las vacunas inician una respuesta inmunitaria contra la enfermedad y algunas pueden ayudar a prevenir o tratar el cáncer.
  • Otras inmunoterapias no específicas – Por lo general, estas estimulan el sistema inmunológico y lo ayudan a atacar las células cancerosas.    

Trasplante de células madre

Si sus células madre formadoras de sangre han sido dañadas o destruidas por la quimioterapia o la radiación, los trasplantes de células madre pueden restaurar su capacidad para producir sus propias células madre nuevas que pueden desarrollarse en glóbulos rojos, blancos o plaquetas.

Las células madre pueden provenir de usted, siendo extraídas y almacenadas antes de la radiación o quimioterapia. También pueden provenir de un gemelo, un pariente consanguíneo o alguien que no esté relacionado con usted, pero cuyo tejido es compatible con el suyo.

Hipertermia

Las investigaciones han demostrado que la exposición a altas temperaturas (hasta 113 °F, 45 °C) puede dañar o matar las células cancerosas y, por lo tanto, reducir los tumores con una lesión mínima al tejido normal.

La hipertermia solo está disponible mediante ensayos clínicos. 

Terapia láser

El láser, que es una abreviatura en inglés de amplificación de luz por emisión estimulada de radiación, es diferente a la luz ordinaria que tiene muchas longitudes de onda y se disemina en todas direcciones. 

Un láser es un haz delgado de luz de muy alta intensidad que puede cortar el acero o dar forma a los diamantes.

Debido a que los láseres se pueden enfocar con precisión en áreas diminutas, se pueden utilizar para un trabajo quirúrgico preciso, cortando tejido sin un bisturí. Pueden utilizarse para reducir o destruir tumores. 

Terapia fotodinámica

La terapia fotodinámica (TFD) utiliza un medicamento llamado agente fotosensibilizante que, cuando se expone a una longitud de onda de luz específica, forma un tipo de oxígeno que mata a las células cercanas.

Aunque el agente fotosensibilizante se traslada por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo, permanece en las células cancerosas más tiempo que en las células normales. Con el tiempo adecuado, la TFD mata las células cancerosas cercanas, evita que el tumor reciba los nutrientes necesarios para que continúe creciendo y estimula su propio sistema inmunológico para combatir a las células cancerosas.

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