Vida saludable: Obstetricia
Ejercicios dos por uno
Los médicos solían desaconsejar el ejercicio durante el embarazo. A medida que la ciencia y el conocimiento médico han avanzado, eso también ha cambiado. Mantenerse activa durante el embarazo puede ayudar a las mujeres embarazadas a evitar un aumento excesivo de peso y aumentar su nivel de energía. También puede facilitar volver al peso que se tenía antes del embarazo después del nacimiento del bebé. Estos son los datos sobre la actividad física durante el embarazo.
¿Por qué hacer ejercicio mientras estoy embarazada?
Estar activa durante el embarazo tiene muchos beneficios, incluyendo un menor riesgo de diabetes gestacional y una menor probabilidad de necesitar una cesárea. Si el aumento de la energía, un trabajo de parto más corto y un período de recuperación más corto después del parto no son suficientes para venderte la idea, hazlo por tu bebé. Hacer ejercicio durante tu embarazo también ha demostrado aumentar tus probabilidades de tener un bebé más saludable e incluso también tiene algunos efectos positivos en su corazón.
¿Qué hay del riesgo de aborto espontáneo?
Los Institutos Nacionales de la Salud han realizado estudios para investigar la relación entre el ejercicio y el riesgo de aborto espontáneo. Si bien hubo un ligero aumento en el riesgo durante el primer trimestre, eso solo se demostró en mujeres que realizaron ejercicios de alta intensidad de más de siete horas por semana. Para las mujeres que están acostumbradas al ejercicio moderado, no parece haber ningún vínculo en absoluto.
Aprender a moverte y muévete
Hacer ejercicio mientras estás embarazada no tiene que ser extenuante o incluso al mismo nivel que antes de quedar embarazada; de hecho, es mejor si sigues una rutina más ligera. Tu cuerpo tiene más sangre, y un nuevo órgano (la placenta) que debe cuidar y que no tenías antes de quedar embarazada. También es importante, cuando tu cuerpo exige descanso, no sentirte culpable por no hacer ejercicio.
En cuanto hasta dónde debes mover tu cuerpo, habla con tu médico antes de ir al gimnasio o ejercitarte en la esterilla de yoga. Al igual que cada embarazo y cada persona es diferente, tu rutina de ejercicio debe ser única para ti y tus necesidades. Si no estás segura de cómo hacerlo, aquí hay algunos ejercicios para probar:
- Métete en el agua: Cualquier tipo de actividad acuática, ya sea nadar unas vueltas o practicar aeróbic acuático, te hará sentir como una hermosa sirena. El agua le da a tu cuerpo la sensación de ingravidez, que puede ser un alivio para tus tobillos cansados.
- Yoga: Practicar yoga no significa que tienes que contorsionar tu cuerpo como un pretzel. Las posturas más simples pueden estirar los músculos adoloridos de la espalda y fortalecer los músculos abdominales y el abdomen, lo que te será muy útil durante el trabajo de parto.
- Cardio: A pesar de lo que tus amigos del gimnasio puedan pensar, el cardio no tiene que ser intenso. Ya sea una clase de spinning o una caminata rápida en la caminadora, se trata de mantener tu corazón bombeando fuerte.
- Sal a caminar: Caminar alrededor de la manzana es una manera fácil de despejarse la cabeza y darte a ti y a tu pareja la oportunidad de ponerse al día. Afortunadamente, ¡este es un ejercicio que las madres ocupadas pueden seguir incluso después de que el bebé nace!
Aunque ya lo hayas escuchado antes, es especialmente cierto durante el embarazo: come bien, haz ejercicio, evita actividades poco saludables que puedan afectarte a ti o a tu bebé (incluyendo fumar y beber alcohol). Ya que estás comiendo por dos (o más), con suerte ya has pasado a una dieta que tiene más frutas y verduras que papas fritas y refrescos. Si deseas ponerte en mejor forma para el bebé pero no estás segura de por dónde empezar, habla primero con tu médico. Tener un compañero, vecino o amigo que se una a ti puede agregar a la diversión y ayudarles a ambos a permanecer con ella. Afortunadamente, mantener tu salud no es difícil si das un paso a la vez y te mantienes constante.