La historia del ataque cardíaco de Don

nov. 14, 2019

Sobreviviente de ataque cardíaco que retribuye

Don Miller and wife in front of Abrazo WestDon Miller se derrumbó en casa el 5 de junio de 2018. Su esposa Candy trató en vano de dar RCP hasta que llegara la ayuda. Unos 20 minutos más tarde, sin pulso, estaba en el departamento de emergencias del Abrazo West Campus, donde el personal del hospital simplemente no quiso rendirse.

“El increíble equipo de traumatismos del Abrazo West realizó milagros”, relata Candy. “Pasaron un agotador par de horas antes de que uno de los miembros del equipo médico me dijera que habían podido estabilizar a Don y que lo transportarían a la UCI”. Diez días después, Don se fue a casa.

Hoy en día, los residentes de Avondale, Don y Candy Miller son embajadores voluntarios del hospital en Abrazo West, agradecidos por su cuidado y celebrando el primer año de una segunda oportunidad en la vida. Como voluntarios, visitan a los pacientes del corazón, saludan a los visitantes en el mostrador de información del hospital e incluso sirven café en el nuevo bistró del hospital.

“Me dijeron que estuve muerto durante 20 minutos, pero más tarde escuché que fue casi una hora”, dice Don. "Inmediatamente después de mi recuperación, empecé a pensar que necesitábamos hacer algo para retribuir. Una de las cosas que queríamos hacer era decirles a los pacientes que hay una luz al final del túnel, que hay esperanza después de un evento cardíaco".

Una semana después de su alta, los Miller celebraron su 50 aniversario de bodas. Don y Candy comenzaron a ser voluntarios en el hospital solo tres meses después de su ataque cardíaco.

Don Miller with wife volunteering“Compartimos nuestra experiencia con todos. Cuánto apreciamos el cuidado y la cultura aquí y lo agradecidos que estamos por la ambulancia que llevó a Don a Abrazo West. Realmente me sorprendió cómo la gente aquí realmente ama su trabajo", dice Candy.

Los Miller agregan que el personal del hospital les dijo que a pesar de que ven pacientes enfermos y lesionados todos los días, ser parte del equipo de atención de Don y ver su recuperación fue un gran recordatorio de lo valiosos que son como cuidadores.

“Abrazo West tiene un increíble equipo de cuidadores, personal de apoyo y voluntarios. La historia de Don es solo un ejemplo de las grandes cosas que suceden en nuestro hospital todos los días. Estamos muy orgullosos de nuestra capacidad de tener un efecto positivo en la vida de tantas personas en nuestra comunidad", dice Christina Oh, directora ejecutiva del Abrazo West Campus.